POLICÍA, POLÍTICA Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

La policía y la política son, quizá, las formas más directas para luchar contra delitos como los de odio, la corrupción o el machismo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que dentro de las mismas instituciones, también podemos encontrar estos delitos.

Algunos pensarán que la labor de la policía no es la correcta, que no se desarrolla como debería o que , desde las instituciones legislativas, no les dotan de la suficiente independencia para actuar.

Otros, sin embargo, dirán que la policía no es un cuerpo saneado o que, desde la política, no interesa que se castiguen este tipo de delitos.

Desde Va por Nosotras, queremos hablar con alguien que ha vivido los dos escenarios.

Sonia Vivas, ex responsable de la Unidad de delitos de odio de la policía municial, después de 15 años de ejercicio y , a día de hoy , número dos de Podemos en Palma de Mallorca, nos cuenta su experiencia.

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SONIA VIVAS, HISTORIA DE UNA EX POLICÍA

Desde un principio, Sonia Vivas tenía claro que lo social y las políticas de seguridad pública van de la mano.

Un@ policía formad@, no solo es alguien con conocimientos básicos.

Necesita mucho más.

Conocimientos sobre toxicología o sociología, son importantes para las labores policiales.

No solo el derecho es importante, que lo es, sino que también el conocimiento del tejido social es indispensable.

Actualmente, Sonia ya no pertenece a la policía, pero si nos reconoce que la policía es ideológica, incluso por la formación que se recibe en la academia.

Sigue sin ser una policía democrática, lo cual no quiere decir que no desarrolle una labor loable.

¿Por qué seguimos teniendo una policía parcialmente ideológica?

Es sencillo, porque no hay ninguna formación política con la iniciativa suficiente como para poner en duda la legitimidad de la policía.

En ese momento, quizá logremos una policía democratizada, que es lo que demandan los tiempos que corren.

TRATAMIENTO DE LOS DELITOS DE ODIO EN ESPAÑA

En España, según nos cuenta  nuestra invitada de hoy, los delitos de odio son poco menos que ignorados.

Me explico, existe un articulado, que va del artículo 510 al 527, que tipifica y pena los delitos de odio.

Sin embargo, esa tipificación ha quedado desdibujada.

Hoy por hoy, todo vale.

De hecho, se cometen delitos de odio a diario desde púlpitos, atriles y demás escemarios politicos, eclesiasticos y de otras muchas instituciones.

El odio ha tomado la calle y los delitos de odio son papel mojado en el ordenamiento jurídico español.

En este caso, tanto la política como la policía son cómplices.

Desde los mítines se cometen delitos de odio cada dos por tres, solo hay que tener presente la última campaña electoral.

¿De qué nos sirve entonces tener una legislación  y un cuerpo que, se supone, debe aplicarla, si no sirve de nada?

¿QUÉ TIENE QUE VER LA POLÍTICA?

La política es el medio más directo para transformar la sociedad.

Si los políticos no proveen de medios a la policía para poder actuar y, sobre todo, no la convierten en un cuerpo democratizado, es imposible cambiar las cuestiones de las que antes hablábamos.

En este caso, Sonia Vivas, como número dos de Podemos por Palma de Mallorca, ostenta el cargo de Concejala de Justicia Social.

Entre sus labores está la lucha contra el machismo.

Las políticas LGTBI y para la tercera edad, entre otras tantas responsabilidades recaen sobre sus hombros.

La historia de nuestra protagonista de hoy es larga.

Desde denuncias por homofobia, hasta quejas por otras discriminaciones y fallos a compañeros de la policía, son algunos de los escalones de una lucha que la lleva a intentarlo desde la política.

La policía es realmente intocable, aunque sí que existen agentes y mandos que trabajan para que el servicio público que debe ser, sea real.

No hay más que echar la vista atrás, para poder ver las cloacas del Estado.

Es necesaria una lucha para dignificar a la policía y para convertirla en un servicio público real  y saneado.

A día de hoy, la policía es un contrapoder, según nuestra invitada, y solo desde la clase política puede ser cambiado.

MACHISMO, POLICÍA Y POLÍTICA

En materia de violencia de género, debemos aclarar que ésta es solo una parte de la violencia que sufrimos las mujeres, de la violencia machista.

En este caso, también existen lagunas.

Este tipo de violencia está cada vez más entroncada en nuestra sociedad, gracias a algunos discursos que han provocado una involución social.

Ni siquiera los cuerpos de seguridad del estado o la clase política se libran del machismo.

El propio sistema te pone a prueba porque la igualdad aún no es real.

Ser feminista ya es dificil, de hecho, muchas mujeres no lo son.

Si, además, vives en una sociedad en la que el feminismo conlleva dejar atrás toda una cultura, es muchísimo más dificil.

El machismo se combate desde la política, pero también desde el hogar.

Ese es el primer paso para la igualdad.

Desmembrar esos roles sociales predeterminados es el comienzo de la transformación.

El efecto mariposa existe y un acto, conlleva otro. Así llegaremos a una sociedad igualigaria.

Ver a todas las compañeras y compañeros que abogan por el fin del machismo el 8 de marzo es maravilloso, pero necesitamos mucho más.

Esta es la base para acabar con el machismo.

NUESTRA CONCLUSIÓN

Tras escuchar a Sonia Vivas, llegamos a la conclusión de que la corrupción policial es complicada de solucionar, pero se puede.

Solo es cuestión de valentía política y de deseo de evolucionar y llegar a una democracial real y completa.

En cuanto a la política, creemos que es una base para poder llegar a los ciudadanos, siempre desde la honestidad y el compromiso.

Por desgracia, estas dos premisas son las que faltan a muchos políticos.

Una pena que lo demos por hecho y, desde el pueblo, no intentemos cambiarlo.

El feminismo llegará si somos coherentes y sabemos aplicar a nuestra propia vida ese discurso que muchas de nosotras ya tenemos.

Ahora solo falta llevarlo a la práctica.

Si quieres saber más sobre nuestra invitada o la entrevista en audio te ha sabido a poco, recuerda que tienes nuestras puertas abiertas.

Como siempre, gracias por estar ahí.